sábado, 19 de octubre de 2013

QUIERO SER




No quiero tus falsos abrazos.
Ni cadenas en mi alma.
No quiero que cuando tenga frío,
me tapes con falsas esperanzas.

No me asusta la nada
disfrazada de vanos sueños,
ni el manto negro...
Que apaga la luz del Lucero.

No quiero bosques
que ocultan los caminos,
ni tampoco desiertos
que ponen trampa a los ríos.

No quiero rosas con espinas,
que provoquen más heridas.
Ni palabras vacías.
Ni manos, que no caminan unidas.

Quiero ser el Lucero
en una noche estrellada.
Y ser la luz...
Que brille en tu mirada.

Quiero ser el camino
donde tu pies descansan.
Y ser el desierto...
por donde fluye tu agua.

Quiero ser la rosa,
que cicatrice tu herida.
Y el latir de tu corazón...
Cuando se apague la llama.

Quiero que nuestras manos
caminen unidas.
Y ser la palabra...
Que viva en tu boca.

¡Quiero ser el Quijote
Que luche contra tu silencio...
Para dar vida a mi vida
como un molino de viento...!


lunes, 7 de octubre de 2013

GOTAS DE LLUVIA



Veo a través de mi ventana
como pequeñas gotas de lluvia
tintinean sobre el cristal,
se estremecen bajo la suave caricia de la brisa,
zigzaguean y se deslizan,
hasta morir en el alféizar...
Igual que mueren los sueños
cuando dejan de tener vida.

Desafiante la nube...
El sol, se esconde detrás.
La suave brisa, me regala su perfume
envuelto en gotas de mar.
Mis ojos se empañan...
Fijos sobre el cristal,
viendo como las pequeñas gotas agonizan...
¡Envueltas en aroma de mar!

                                                                          

miércoles, 2 de octubre de 2013

EFÍMERO AMANECER


  Para Kati 


El sol me regaló su luz
aquella mañana de verano.
Esperé paciente, frente al mar,
a qué me diera su mano.

Junto a la mujer del pescador,
que paciente espera
durante todos los días del año
la llegada de su amor.

Quería llevarte el abrazo del sol,
y con su calor, el color a tus mejillas
Y poner en el cristal de tu mirar
el brillo que desprendía.

¡Quería dar vida...A tu alma marchita!
Pero aquella mañana de verano,
la vida fue injusta y cruel.

¡Mientras el sol me daba su mano...
Con las luces del alba, 
Tu luz se fue apagando...!